A partir de septiembre, Fogonero Emergente se retira a engrasar las calderas y limpiar los motores, o al revés, no sabemos aun (y es mejor ni saberlo). Esperemos que sea parte de la "astucia del oficio" aprendida de refilón en aquellos trenes de lavado del extinto barrio chino de La Habana. ¿Acaso hablamos de una "segunda época" en nuestra faena a vapor dentro del cuarto de máquinas? Todo es posible hasta en el caso menos probable (!vaya razonamiento!). Así que será mejor no desesperar. Como nos han prohibido estar en "la línea de fuego" (sic), seguimos pues en la retaguardia. Algo es mejor que nada, decía mi abuela que era deleuzeana sin saberlo.